El cliente ha solicitado la colaboración para la instalación de un sistema de control de piezas defectuosas. Hasta ahora, un grupo de operarios de la empresa, se dedicaba a hacer una inspección visual del producto antes de proceder a su embalaje. Este procedimiento resulta costoso y no siempre es fiable ya que depende de la habilidad del operario.
Para dar solución al problema, se han integrado cámaras de visión artificial y expulsores para el control de piezas defectuosas.
El objetivo es el control automático de piezas defectuosas.
Se instaura un sistema de cintas transportadoras con cámaras superiores e inferiores. El objetivo es visualizar la calidad del producto que sale del horno. La información de las cámaras la supervisa un PC.
Este PC ha sido sometido a un sistema de aprendizaje de modelos (DEEP LEARNING). Como consecuencia, puede determinar si la forma y el color del producto, cumplen con los estándares de calidad establecidos. Así puede dar por bueno o malo dicho producto. Este resultado lo envía a un PLC que gestiona un sistema de expulsión de producto mediante unos sopladores. Esta pieza va a parar a una cinta de rechazo. La posición del producto es calculada por el PLC mdiante un encoder encargado de rastrear la posición de cada pieza.
El seguimiento de los rechazos se realiza mediante el PLC y el PC, dando aviso a los operarios de que el producto no está saliendo conforme a las calidades requeridas. Como consecuencia, el cliente puede realizar las operaciones oportunas para corregir inmediatamente el problema.
Gracias a esta automatización se elimina la inspección visual del producto. Ya no es necesaria la intervención manual de los operarios. Esto permite agilizar el proceso y reducir los costos asociados. Así mismo la verificación del producto ha mejorado ya que se trata de un sistema de respuesta segura, precisa y rápida.
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